SEMBLANZA
Fue boxeador, astrónomo, marinero, locutor, pero al final decidió ser lo que más le gustaba y lo que mejor supo hacer; compositor y cantante de canciones infantiles. Francisco Gabilondo Soler fue Cri-crí.
Nació el 6 de octubre de 1907 en Orizaba, Veracruz.
Le atraía el mundo de los toros y de los mares, y con su espíritu de navegante durante cuatro años trabajó como marinero y navegó por el Océano Pacifico pasando por centro y Sudamérica.
A pesar de haber desempeñado muchas actividades, su verdadera vocación era la música, la cual convirtió en su profesión y se inició como locutor con el seudónimo de El Guasón del teclado.
En el año de 1934 entró a la radiodifusora XEW, donde en un programa en el que narraba historias adoptó el nombre de “Cri-crí, el grillito cantor”, un 15 de octubre de ese año; desde entonces, a través de su imaginación vivía y hacia vivir a los pequeños emocionantes aventuras.
En 1962 Gabilondo Soler se retiró de su trabajo en la radio, tras 28 años de escribir fantasías para los niños, los cuales han sido traducidas a diversos idiomas como francés, inglés e incluso ruso.
Cuando cumplió 30,385 días de edad, francisco Gabilondo Soler quiso irse a vivir definitivamente al País de los Sueños. Murió el 14 de diciembre de 1990, pero dejó una maleta con 216 canciones y kilos de cuentos con las aventuras de su alma musical: Cri-crí, el grillito Cantor.
Año con año al celebrar el Ayuntamiento de Centro FotoSeptiembre, integrándose a los festejos que a nivel mundial se realizan, la DECUR municipal rinde, en esta ocasión, a diversas agrupaciones y artistas de la lente, para conjuntamente rendir homenaje artístico en una exposición colectiva en homenaje al “Grillito Cantor”.
Al mismo tiempo en la exposición individual de la fotógrafa Anahita Ávalos “Di por qué” se expresa el sentimiento de ternura y amor que las canciones del grillito cantor siguen generando en la niñez mexicana a lo largo de tantas decadas.
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